
La siesta: uno de los mayores placeres de la vida…, para casi todo ser viviente 😉
Si tuviera que decir cuál es el, para mí, el mayor placer de la vida diría, sin el menor atisbo de duda, la siesta. Echarme la siesta es lo mejor del fin de semana, para qué mentir. Además, no puedo controlarlo. Después de comer me entra tal estupor y tal malestar que poco más y me caigo redonda al suelo.
Así que estoy jodida, hablando en plata. Porque desde hace una semana Pegotito, con sus casi 3 primaveras, ha decidido que pasa de dormir la siesta. Como lo oís. Lo ha declarado manifiestamente con frases del estilo:
Hoy no voy a dormir
No quiero dormir
No voy a echarme la siesta
Y actos como saltar en la cama, bajarse, comenzar a correr por toda la casa y otras variantes típicas de haberse tomado un café doble con cinco azucarillos. ¡Por Dios, no puede quedarse quieta pintando! ¡Que pinte las paredes, pero en silencio!
Y yo que pensaba que se trataba de un estado de enajenación transitoria derivado del hecho de estar con los abuelos entre semana, el pasado finde lo sufrí en mis propias carnes, confirmando mis sospechas.
Claro que, disponemos de un arma súper potente, destinada a casos extremos. Y sí, llamadme mala madre, pero benditos dibujos animados. Que viva el Clan, el Boing (con su programación casi en exclusiva dedicada a Doraemón) y el Disney Channel. Porque si conseguimos que se tumbe en el sofá mirando atentamente la pantalla, cae ipso facto. Cualquier día pruebo con el Tour y continúo las tradiciones familiares: la de siestas que me habré cascado viendo como sufría Indurain subiendo el Tourmalet. 😉
Porque qué queréis que os diga: con casi cuarenta grados en Madrid, donde mejor se está una tarde de sábado, entre las 15 y las 17 horas, es babeando la almohada. ¿O no? 😉
Y vuestros hijos, ¿se siguen echando la siesta? ¿A qué edad abandonaron el bendito hábito? 😉
Ay guapa, la falta de siesta es lo peor… Mi Mayor dejó de echársela con dos años y medio, un poco antes de que naciera su hermana pequeña. Y que mal! La pequeñaja aún tiene 21 meses y de momento sigue durmiendo unas dos horas o dos horas y media por la tarde… pero no sé lo que le va a durar!
Ánimo!
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Y yo me pregunto… ¿Por quéeeeeee???? ¿Por qué la abandonan si están cansados, si luego caen rendidos a las 6, las 7 o las 8 de la tarde, cuando cogemos el coche para ir a algún sitio? ¡Es un sinsentido! ¡Ay, la que me espera! 😉
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Yo nunca he sido de dormir siesta, pero ese ratito me encanta aprovecharlo para tomarme el café tranquila o leer un ratito (o navegar por los blogs!). Pero mi retoña nunca ha sido de dormir largas siestas, si duerme 1/2h ya doy saltos de alegría (no tiene ni un añito..). Jajaja me he imaginado al peque diciendo «hoy no hago siesta», debe ser inevitable ponerse a reir ante su revelación. Un abrazo!
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Primero te ríes, pensando que lo dice por ver mi cara de susto. Pero luego casi me echo a llorar, jiji. En fin, sobreviviremos 😉
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jaja, yo es que odio la siesta, me sienta mal!!!! los míos son de los que cumplen tres años después de empezar el cole asi que no les ha quedado más remedio que dejarla, aunque ese verano, el previo a empezar el cole, la verdad es que la fueron dejando, salvo días de playa muy agotadores!!
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¡jaja! Mi marido era como tú, se levantaba fatal de las siestas. Pero ahora cae como un bendito. Pegotito también cumple los 3 años después de comenzar el cole este año, así que a ver cómo nos va. Lo temo: ella necesita recargar pilas con la siesta. Si no, lo pasa muy mal por las tardes. En fin, a ver qué nos depara septiembre… 😉
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Mi pichón dejó las siestas hace meses ya (a los dos años y medio o así) y tiene la edad de Pegotito (a punto están de caerle las tres primaveras encima).
A mí me venía de perlas que durmiera siesta porque mientras él dormía, yo tenía ese ratito para mí. Ahora se acabó, pero tiene su lado maravilloso. Antes, con siesta, el niño aguantaba hasta las 11.30/12 de la noche sin monstrar el menor signo de cansancio. Ahora que la siesta pasó al recuerdo, a las 10 de la noche está dormido como un bendito y duerme como 11 horas seguidas. Cae pero bien dormido. Y eso, eso no lo cambio ya por ninguna siesta.
Pegotito, imagino que ahora se dormirá más temprano, no? Que dejen la siesta también tiene sus ventajas. Vamos a mirar el lado bueno (por no volvernos locas jijiji).
Un abrazote!
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No, si caen más rapido, sí, pero nos coloca unas tardes de llorar por todo que me dan ganas de huír a Siberia, con eso te lo digo todo. Ella necesita descansar después de comer. Si no, no es persona. Menos mal que parece que la vamos encauzando de nuevo. Este finde hemos logrado que se durmiera en el sofá, viendo los dibus. Ya no son 2 horas, pero al menos una hora o hora y pico nos da la vida. 😉
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Sí, eso sí. Al final del día, a veces, mi pichón tiene un humor de perros.
Lo malo de la siesta, es que aunque duerma una hora u hora y media, recarga a tope las pilas. Estos días, que se nos ha descontrolado algo, ha dormido siesta un par de veces y maaaaadre mía… hasta casi las 2 de la mañana ha tenido cuerda -cuando yo estoy que no puedo ni arrastrarme-. Casi prefiero que no duerma nada durante el día, pero que descansemos todos por la noche 12 horitas del tirón.
Algún día, todo será -más o menos- equilibrio y paz XD
Un abrazo!
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Ostras… Entonces mejor que no se eche siesta, desde luego! 😉 Un abrazo!
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Yo nunca me he hechado la siesta… bueno si, cuando vine a casa después de dar a luz si que lo hice un par de días en ese momento si me lo pedía el cuerpo.
Ahora, aprovecho esos momentos para descansar, leer, bloguear o coser depende del día y las ganas.
Tengo problemas para dormir y si me echase la siesta no dormiria en toda la noche!!
Me he imaginado a tu peque diciendo tan seria «pues hoy, no quiero siesta» la cara que debíste poner seria de traca… jajaja! Para la gente que necesita dormir es una gran faena. Mucho animo, cuando llegue el cole a lo mejor si que te la pide! ¿quien sabe?
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Desde luego, mi cara fue de traca. 😉 Menos mal que hemos conseguido encarrilarla de nuevo a las costumbres de esta casa: el sofá y los dibus no fallan. Cae ipso facto. 😉
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Uf vivo con el miedo a que un día deje de dormir tanto.. Va a hacer 4 años el mes que viene y aún me regala 3 horas, las 3 que duerme la siesta jaja. Si..tengo uno de esos que duerme mucho, es una pasada. A mi me viene genial porque son las únicas horas que tengo para dedicar al blog.
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¡Qué pasada! O sea, que ese es tu secreto para tener ese maravilloso blog, vaya, vaya… 😉 Un abrazo, Sra. Jumbo.:)
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Jajajaja vayaa!! Yo siests de uvas a peras !!
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¿Y eso? ¿No te gusta dormir después de llenar el estómago?
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JAJAJAJAJAJ me encanta que haya malas madres que no se ponen coloradas por tener vida propia.
La verdad que a mí la siesta siempre me puso de muy mal humor. No soy capaz a dormir esos 15 minutitos reparadores. Yo si duermo… duermo. 3 HORAS. Y pobre del que se cruce en mi camino cuando me levanto.
Aunque desde que estoy embarazada noto que necesito dormir mucho más, y a horas raras en mí…
VIVA BOEING Y VIVA CLAN!!! Y por supuesto…. EL TOUR DE FRANCIA
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¡Jajaja! Me ha encantado tu comentario :))) ¿Siestas de 15 minutos? Eso ni son siestas ni son ná. Yo como mínimo mis 2 horitas reparadoras 😉
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Yo no soy de siestas pero reconozco que algunos días mi cuerpo me lo pide a gritos pero prefiero aprovechar que la peque duerme para mi cafecito y leer, escribir, o recoger jejejejej….mi peque gracias a dios con 30 meses aun se hecha la siesta a ver hasta cuando tendré esta suerte….pero PODEMOS CON TODO CON SIESTA O SIN ELLA
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De momento hemos conseguido encauzar la situación. Ahora mismo duerme en el sofá. Se quedó sopa con Patrulla canina. 😉
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