Hace unas semanas os contaba mi experiencia como donante de leche materna y cómo recibí una llamada del Banco de Leche Humana del Hospital 12 de octubre para agradecerme los litros donados. Pues bien, al día siguiente de escribir el post me llegaron los regalitos que la enfermera del banco, Mª Ángeles, me comentó que recibiría:
– Un diploma del Banco de Leche y de la Fundación Aladina. Esta fundación, cuyo objetivo es ayudar a los niños con cáncer y sus familias, ha contribuido a la ampliación del Banco de Leche del Hospital 12 de octubre para que los bebés prematuros o enfermos ingresados en las unidades de neonatos de otros hospitales de la Comunidad de Madrid puedan ser alimentados con leche materna. Así lo comunican en su web:
Se calcula que el Banco de Leche Materna ALADINA – MGU, que ya está funcionando a pleno rendimiento, repartirá alrededor de 2.000 litros de leche materna al año a los hospitales madrileños, frente a los 600 litros al año que dispensaba antes de realizarse esta reforma.
Sin duda, a mí estos 2.000 litros me ponen los pelos de punta. Y saber que yo he contribuido, aunque sea con poco, me llena de orgullo y satisfacción, como decía Juancar. 😉
Si no conocéis la Fundación Aladina os animo a que lo hagáis. Es un tema muy duro, pero ellos intentan hacer todo lo posible por los niños hospitalizados y sus familias, una labor increíble. 🙂
– Y el libro “Hermanos de Leche”, de Ibone Olza e Inés Burgos, de la editorial Ob Stare. En él se cuenta la historia de Maya, una niña ya mayor que toma teta, y de su madre, que decide hacerse donante para ayudar a unos bebés muy especiales. Todo ello aderezado con unas ilustraciones súper chulas.
A Pegotito le gusta mucho el libro. Lo coge, lo coloca sobre sus piernas y yo se lo voy leyendo mientras ella señala los dibujos que aparecen en él: el sol, los pájaros, los niños…
Cuando sea algo más mayor me encantará contarle que, en algún lugar, ella también tiene hermanos de leche.
Si el libro os ha despertado interés y queréis comprarlo, podéis hacerlo en la web de Amazon. No, no me dan comisión. 😉
¿Lo habéis leído, por casualidad?
A mi me hubiera encantado poder donar leche, imagínate.. Llevo 30 meses de lactancia y sigue saliendo a chorro. Pero en mi ciudad no hay banco de leche. Es una pena que aún no lo faciliten para que más bebes se puedan beneficiar.
No, no me he leído el libro jeje pero lo miraré, que no lo conocía.
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Sí, es una pena que lo de los bancos de leche no esté muy extendido. Esperemos que en un futuro exista, al menos, uno por provincia. ¡Sería un gran paso!
Muchas gracias por tu comentario. 🙂
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Pues si, que menos que eso. Tengo la capital a 30km, no me costaría nada ir una vez por semana a llevarla. Mismamente cuando tuve al niño ingresado 4 días recuerdo que me la sacaba en neonatos porque no podía mamar el niño que estaba con vías , y una enfermera me decía que le daba una pena enorme tener que tirarla pero que no tenían forma de conservarla y luego darla a bebes que la necesitasen.
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Qué bonita la experiencia de poder donar leche para otros niños!!!
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Es muy satisfactorio. Yo me emocionaba mucho. 🙂
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Enhorabuena guapa, es súper generoso de tu parte! Fíjate, mi abuela, cuando mi padre nació, lo amamantaba a el y a una niña, vecina del barrio cuya madre falleció en el parto, ya entonces había hermanos de leche! A su manera, claro! Besicos
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Gracias. 🙂
Lo de tu abuela sí que fue un gesto bonito. Qué emocionante.
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Yo creo que en aquella época eran cosas que se hacían de manera natural, que pena que mucha de esa solidaridad entre vecinos y amigos se haya perdido…
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Ya lo dije en su día, me parece una gran labor. Aunque debería generalizarse, porque aún no está muy extendido.
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Totalmente de acuerdo 😉
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que bien! yo la verdad es que me lo planteé pero trabajando me conseguía sacar lo justo para mi peque.. ahora que me he quedado en paro y sigo con la lactancia, puede que me lo replantee!
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Sí, es que trabajando apenas te queda tiempo para extraerte de más.
¡Qué bien! 🙂
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Qué bonito! Es precioso el gesto que has hecho. Enhorabuena.
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¡Gracias! ¡Muaks! 🙂
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