Había visto el hashtag #BesosLibres en algunos blogs estupendos que sigo habitualmente desde que abrí el mio propio, como Peque Boom, Segundos Pasos y Bea, mamádedos, por citar solo tres ejemplos. Ojo, hay muuuchos más, ¡y todos geniales! ¡Cómo me mola el mundo bloguero! 🙂
Obedece a una iniciativa surgida para reivindicar el derecho de nuestros hijos de dar besos si así lo quieren ellos y de no forzar a que planten los morros en las mejillas de un desconocido suyo (y conocido nuestro), un familiar o incluso de nosotras mismas.
Yo, desde mi humilde morada, me sumo a la movida. Porque me pone de los nervios que, como Pegotito ya va siendo mayorzota (17 meses tiene ya mi bebetín), le insistan que dé un beso y ante su respuesta meneando la cabeza de un lado a otro diciendo «No», le digan: «Sí, dame un beso, dame un beso, vengaaaa». Creo que los besos, si son sinceros y verdaderos, deberían ser libres, como toda manifestación de amor y cariño, ¿no?
Como siempre que tengo una duda acudo al diccionario, me he ido a la RAE y os pongo aquí el significado del verbo besar:
«Tocar u oprimir con un movimiento de labios, a impulso del amor o del deseo o en señal de amistad o reverencia»
Pues eso, que si no sientes amor, deseo o amistad, mejor no besar (lo de la reverencia me lo salto, porque aquí no viene mucho a cuento). Eso mismo deberán pensar nuestros peques para decidir si dan un beso o no. Porque serán pequeños, pero son listos a más no poder, ¿no creéis?
Me gustó mucho un comentario de norgwinid, de Mamá en el Siglo XXI, en mi post ¿Te vienes conmigo? Norgwinid, te cito porque me vienes al pelo 😉
«Si a mi un desconocido me dice: anda, tonta, dame un besín, le planto una torta en toda la cara, a ver por qué una niña de tres años no va a tener el mismo derecho que yo…»
Así que, desde aquí lanzo mi deseo al aire: ¡Hagamos un mundo lleno de besos y abrazos libres!
#BesosLibres es una iniciativa de Bea, del blog Mamá de dos. Puedes sumarte a ella escribiendo tu propio post, comentando en alguno que se haya escrito al respecto o difundiendo el mensaje en las redes de pescar sociales.
Qué rabia me da a mí que le pidan besos a mi tesoro!!! y sabes que él no se los da a nadie nada más que a mí que soy la que no se los pide.
Me ha encatado la cita que mencionas…cuanta razón tiene.
Besosssssss
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Sí, suele pasar eso. Cuando se los pedimos no sueltan ni uno. Y luego cuando estás tan tranquila, viene y te dan un mordisquito, como hace mi Pegotito. 🙂
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Yo es que no entiendo muy bien porque la gente los pide. Si son de la familia (incluyo amigos), pues si, pero si no, para que querrán que les besen? Jamás le he pedido yo un beso a nadie que casi ni conozco… Los seres humanos somos muy absurdos algunas veces. Besicos
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¡Jaja! Pues sí. Yo tampoco voy pidiendo besos a todo el que me encuentro por la calle, o a los padres de los amigos de Pegotito, por ejemplo, que a lo mejor los veo solo de vez en cuando y no los conozco demasiado todavía.
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Pues eso es lo que digo yo. Que es verdad que damos muchas veces los dos típicos besos sociales pero creo que los niños en eso deberían estar exentos no?
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¡Totalmente! Ya harán lo de «Muack muack » cuando sean más mayores.
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Tienes toda la razón y me uno a esta movida! Besos libres de compromiso, esos son los que realmente demuestran el afecto hacia otra persona. A mi hijo pocos besos le piden. Yo recuerdo preguntarles a mis padres porqué tenía que besar a alguien que no conocía? Donde crecí se hacía por «educación» pero según qué personas me daba un repeluz enorme, y peor si era obligada.
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Sí, mis padres también me inculcaron hacerlo por educación, creo, pero a veces no apetecía, sinceramente.
¡Genial que te unas! 🙂
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Estoy 100% contigo! Yo también tengo mi post de #besoslibres preparado para esta semana!
Viva los besos libres! 🙂
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¡Perfect! 🙂 ¡Vivan!
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